Nora Ruppel es la mujer detrás de “Tilana”, oriunda del departamento de Salto. Desde niña su mamá le
enseñó a tejer y a
pesar de que su pasión eran las agujas, estudió profesorado de idioma español y actualmente articula su
trabajo como
docente con su amor por el tejido.
Comenzó su camino como artesana tejiendo juguetes a dos agujas para sus hijos, el primero fue una jirafa
que sus niños
llamaron “Tela”.
En 2016, en un viaje a Perú, descubrió una tienda únicamente de productos de lana. Ese
viaje fue el
impulsor para crear
su propia marca: Tilana, el nombre surge de la palabra “tilaña” que es de origen quechua y significa
“preparar los hilos
para telar”.
Los juguetes tejidos en lana son una reivindicación por volver al origen, a lo natural y, de esa forma,
evitar los
plásticos y las baterias. A través de este topo de juguetes, los niños pueden conectarse desde lo lúdico
con otras
texturas, con formas mas maleables y naturales y, a su vez, descubrir los materiales nobles de nuestro
país como son la
lana merino y corriedale.
Si bien su producción se centra en el tejido de conejos a dos agujas y de ovejas a cuatro agujas, también
explora otros
mundos como alimentos, frutas, huevos de pascua o plantas tejidas. A su vez, produce almohadones,
cortinas, senderos y
otros objetos de decoración textil que luego interviene con bordados en lana merino.
Pedadogía Waldorf
Tejo juguetes basados en la Pedagogía Waldorf.
Su función es ayudar a nuestros peques a descubrir el mundo estimulando sus
sentidos y alimentando su imaginación.
Son simples y se prestan a muchas y muy ricas posibilidades de juego.
Están inspirados en la naturaleza y los tejo con lana e hilos de algodón,
materiales que provienen de ella.
Tilana
En tilana los juguetes se tejen en 2 y 4 agujas y bordo objetos decorativos con flores. Realizo todo el
proceso creativo en forma manual. Utilizo lana hilada, teñida a mano y producida en Uruguay,
e hilos de algodón.
Cada pieza es única e irrepetible y tiene la calidez y calidad de lo hecho a mano y con amor.
Mi inspiración nace de la observación de la naturaleza, en ella encuentro los diseños y los
colores.
Uso las técnicas ancestrales del tejido en 2 y 4 agujas y el bordado que aprendí de niña con mi
mamá y ella de mi abuela y que he ido perfeccionando con diferentes maestros y artistas textiles.
Este universo textil que llamé Tilana, adaptación del término quechua “tilaña” (preparar los
hilos para el telar) es un camino de ida que me permite crear conectando mis manos y mi
corazón.
“Cuando nos interesamos por el juego de los niños tan seriamente como se
merecen, les estamos ayudando a sentir la alegría que se encuentra en su espíritu
creativo. También nos estamos ayudando a nosotros mismos a permanecer en
contacto con ese espíritu. Son las cosas con las que jugamos y la gente que nos
ayuda a jugar lo que marca la gran diferencia en nuestras vidas”
Fred Rogers